Carmelo de Santa Teresa

Casa de Retiros Espirituales - La Plata
Carmelo de Santa Teresa
Nuestra Señora del Carmen

Día en que se celebra: 16 de Julio

Es conocida como la Virgen del Carmen, o tambien, la Stella Maris (Estrella del Mar) por ser Ella también la patrona de los marineros y pescadores. Para los carmelitas, María, es nuestra Madre y Hermana, y desde los comienzos de nuestra Familia, le hemos dedicado todo el honor y el amor que merece por ser la Madre del Señor de nuestras vidas.

Hay tres palabras claves que sintetizan los orígenes de nuestro vínculo espiritual con la Virgen María como carmelitas: el lugar geográfico del Monte Carmelo, el nombre o título mariano que tiene la Orden y la explícita dedicación de la Orden del Carmelo al servicio de nuestra Madre y Hermana.

    • El lugar: una capilla en honor de la Virgen María en el Monte Carmelo.

Desde el principio de su fundación los Carmelitas han erigido una pequeña capilla dedicada a la Virgen Madre de Dios en su misma tierra de Israel. Se decía que en la montaña había una «muy bella y pequeña iglesia de nuestra Señora” que los frailes ermitaños, llamados «Hermanos del Carmelo», tenían cerca del torrente Karit, donde había bebido el Profeta Elías.

    • El nombre: «Hermanos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo»

Así aparece el título de la Orden en algunos documentos pontificios más antiguos. El mismo papa Inocencio IV, quien aprobara definitivamente nuestra Regla de vida escribe a los frailes «De parte de los amados hijos, los ermitaños hermanos de la Orden de Santa María del Monte Carmelo». Este nombre, «Hermanos» que llevamos cada miembro de la familia carmelita ha de ser el signo de nuestra familiaridad e intimidad con la Virgen. Ella es la Madre y Hermana que embellece la Familia del Carmelo.

    • La dedicación de los carmelitas.

Santa Benedicta de la Cruz (Edith Stein) explica:

“La Virgen del Carmen fue revelada al profeta Elías en la imagen de la pequeña nube que anunciaba la lluvia esperada y en su honor los «hijos de los profetas», los primeros frailes carmelitas, construyeron el primer santuario en el Monte Carmelo. La historia de la Orden cuenta que la Madre de Dios visitaba con gusto a los eremitas del Monte Carmelo.

Es de comprender que Ella se sintiera atraída por el lugar en donde desde muy antiguo se le daba una tal veneración y donde el Santo Profeta Elías había vivido en el mismo camino espiritual que Ella había recorrido mientras habitaba esta tierra: con desapego de lo terreno viviendo en la presencia de Dios, para amarle de todo corazón, para implorar su gracia en favor del pueblo pecador, para ofrecerse entera por este pueblo y para esperar como la servidora del Señor”.

«También yo llevo sobre mi corazón, desde hace tanto tiempo, el Escapulario del Carmen! Por ello, pido a la Virgen del Carmen que nos ayude a todos los religiosos y las religiosas del Carmelo y a los piadosos fieles que la veneran filialmente, para crecer en su amor e irradiar en el mundo la presencia de esta Mujer del silencio y de la oración, invocada como Madre de la misericordia, Madre de la esperanza y de la gracia».

– Juan Pablo II